La decisión del presidente ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey, de donar un tercio de sus acciones en la compañía a un fondo para los empleados es un gesto inteligente para restaurar la confianza en una compañía que perdió su rumbo, según expertos en reclutamiento y compensación.
El regalo, más allá de su generosidad, es un esfuerzo estratégico por conservar y atraer a talentos a la red social, que ha sido golpeada por meses de incertidumbre sobre su liderazgo y dudas sobre su crecimiento de largo plazo.
“Es una medida deliberada, inteligente y algo necesaria para apoyar al talento que deseas mantener”, dijo el reclutador Jason Hanold, quien se especializa en el sector tecnológico.
Dorsey, uno de los fundadores de Twitter y quien fue nombrado presidente ejecutivo de manera definitiva anteriormente este mes, anunció que regalaría 206 millones de dólares en acciones para “reinvertir directamente en nuestra gente”.
Las acciones de Twitter, que han caído un 44% en los últimos seis meses, cerraron el pasado viernes con un alza de un 3.9%.
Una prioridad de la compañía es mantener a sus empleados felices, luego de que anunciara previamente este mes que despediría a un 8% de su personal.