La economía china se expandió a un ritmo más lento en el segundo trimestre, ya que los esfuerzos de Pekín por contener el endeudamiento desenfrenado impactaron la actividad, mientras que la producción industrial se debilitó en junio a mínimos de dos años en medio de temores a la guerra comercial con Estados Unidos.
La segunda mayor economía del mundo creció un 6.7% en el trimestre en la comparación interanual -en línea con las expectativas- y se apresta a cumplir con su meta oficial de expansión en 2018 de alrededor de 6.5%, aunque la disputa arancelaria con Washington, la ralentización del mercado de vivienda y menores envíos aumentaron los riesgos al panorama.
“Esperamos que el crecimiento en el segundo semestre se enfrente al desafío de un menor avance del crédito y una actividad más débil en el sector de bienes raíces”, dijo en una nota Louis Kuijs, jefe de economía en Asia de Oxford Economics en Hong Kong.
La cifra de expansión del segundo trimestre se ubicó ligeramente por debajo del avance de 6.8% del primer periodo del año, dijo la Oficina Nacional de Estadísticas, en un reporte que destacó que las exportaciones netas representaron un lastre significativo en la expansión del primer semestre.
En vista de que la guerra comercial con Estados Unidos no muestra signos de distensión, y el sector de exportaciones sigue afectando la economía china, los datos provistos cada mes sobre la actividad apuntan a una ralentización a ritmo más veloz para el segundo semestre del año.
El crecimiento del primer semestre de la inversión en activos fijos se situó en un mínimo histórico, mientras que la producción industrial de junio marcó la mayor desaceleración en más de dos años, de 6%, incumpliendo las previsiones de 6.5% de expansión.
