Pese a la grave crisis económica en Estados Unidos, panaderías hispanas locales están floreciendo, y comienzan a atraer a la población anglosajona.
Norma Oroña, dueña de la Tortillería y Panadería Madero, abrió el negocio hace cuatro años. Dijo que el costo de la harina, la levadura, el azúcar, la mantequilla, la canela y otros ingredientes ha aumentado desde entonces, aunque en ocasiones, los precios han bajado.
Oroña dijo que compra los ingredientes a una compañía de Amarillo, Texas, tres veces por semana, y su promedio de producción de pan y de tortillas es de mil 200 libras por semana. Su panadería también abastece de productos a tres restaurantes. “Puesto que las ventas están aumentando, trabajamos siete días a la semana sin parar”, dijo Oroña. El incremento de las ventas ha hecho que Oroña se haya visto obligada a contratar más personal: tres panaderos y seis vendedores. Los salarios de los panaderos oscilan entre los 450 y los 700 dólares semanales.
