Los números no mienten cuando se trata de resaltar que Panamá es un país destacado en explotar los servicios gracias a su favorable posición geográfica. Con el paso de los años, el istmo ha tenido un superávit sostenido en la comercialización de servicios. El Centro Internacional de Comercio (ITC, por sus siglas en inglés) lo demuestra en un informe.
El total exportado en 2013 fue de 9 mil 446 millones de dólares en servicios. Si se resta esta cifra a las importaciones de servicios durante el mismo período, queda un balance positivo de 5 mil 123 millones de dólares.
Al comparar el desempeño de la actividad con 2012, el crecimiento actual fue de 5.92%. Pero en el lapso de cinco años ese desarrollo casi se ha duplicado: el balance de 2009 comparado con el de 2013 muestra un crecimiento de 54.07% o mil 527 millones de dólares.
Las cifras que amasa el ITC no son exclusivamente referentes a los servicios estelares que ofrece el Canal y su maquinaria logística. En estos totales se incluyen los datos comerciales, los de transporte, de viajes, de comunicación, seguros y reaseguros, gubernamentales, de computación e información, de construcción, personales, financieros y hasta derechos de licencia, entre otros.
Los servicios comerciales, seguidos por los de transporte, son los que la ITC considera que tienen mejor comportamiento en la economía panameña.
Consideraciones exportables
Los números expuestos son un gran respaldo en la economía, gracias al aporte que otorgan al producto interno bruto del país (un aproximado del 76%, de acuerdo con la Contraloría General de la República).
Sin embargo, los beneficios por ser el especialista en un sector, bien dejan a la luz las fallas y retrocesos de otros actores de la economía que también piden participar.
Salvando las distancias, Venezuela es un caso “ejemplar” al respecto. El país con larga data como experto petrolero ha centrado sus energías en ser el mejor en ese sector desde inicios del siglo pasado. No obstante, hoy en día, la economía del país catalogado monoproductor se tambalea en la cuerda floja luego de permitir a la política de sus gobernantes inmiscuirse en la administración del mercado petrolero.
Es así como el presidente de la Asociación de Exportadores de Panamá (Apex), Juan Planells, reconoce que Panamá no ha “sabido trasladar ese dinamismo de la cultura de servicios que tiene como eje el área canalera hacia otras actividades como la agricultura y la industria manufacturera, las cuales pudieron haberse aprovechado en la función que tenemos como desarrollo logístico impresionante, para que sirviera a los intereses del país”.
Por su parte, Raúl Moreira, expresidente del Colegio de Economistas de Panamá, recuerda que el país sostiene esta tradición desde los días de las Ferias de Portobelo y ello se demuestra en la condición del “experto en servicios” al momento de negociar tratados de libre comercio (TLC) con otros países.
“Cuando se pactan TLC, todo el mundo quiere negociar con Panamá la parte de manufactura, pero nadie quiere negociar la parte de servicios, porque es donde somos fuertes”, dijo.
Por su parte, Moreira considera que el país todavía tiene mucho por mejorar en el sector de servicios.
“Panamá tiene una gran cantidad de servicios que realmente no hemos explotado a cabalidad, como por ejemplo en servicios financieros, pero que requieren de mejor formación a nivel universitario”, concluyó.
