Panamá es un país privilegiado en materia económica, con un crecimiento sostenido promedio de 7.2% en los últimos 10 años, apuntó la representante del Banco Interamericano de Desarrollo para Panamá y Centroamérica, Gina Montiel, en el foro Café con La Prensa.
“Panamá gana la medalla de oro, tanto en crecimiento económico como en producto interno bruto per cápita”, resaltó Montiel.
Exhortó a los empresarios y al Gobierno a trabajar en una agenda país y de desarrollo sostenible en los próximos años y no perder el enfoque por entornos políticos. Proyectó que Panamá crecerá casi al doble que toda América Latina, con una tasa de 5.2% en los próximos 5 años. La región tendrá un ponderado de 2.4%.
“El crecimiento en estos años ha sido asombroso y se logró sacar de la pobreza por programas sociales bien enfocados, a unas 400 mil personas”. Sin embargo esto no es suficiente, dijo, y debe reducirse la desigualdad social, y que el crecimiento sea más balanceado y que llegué más a las provincias.
Consideró el apuntalar el crecimiento de otros sectores, como el agrícola, que genera 14% del empleo; hacer del turismo una realidad con mejores servicios e infraestructura, y no solo promociones. E incentivar las exportaciones de servicios.
Una tarea pendiente es aumentar la calidad de la educación; preparar el recurso humano que requiere el país; propiciar una transformación en el sector público con mejores prácticas gerenciales.
Además de alabar el establacimiento de las relaciones con China, Montiel destacó tres pilares de Panamá con el mundo: el Canal y su aporte de 4.3% del PIB en 2016; los activos del sistema bancario que representan casi el 250% del PIB; y el sector turístico. Sobre transparencia financiera, dijo que el país marcha por buen camino, pero faltan leyes como la de los delitos fiscales.
Y alertó de que un segmento importante de la población está descontenta y no ve que el crecimiento económico les resuelva temas como inseguridad, falta de calidad en los servicios públicos, salud y educación.
