El panameño Wei Quan Chan Chong, junto a tres socios, adelanta los trámites para exportar “medusas bola de cañón” a China, un mercado de mil 300 millones de consumidores.
En el continente asiático el invertebrado marino tiene una alta demanda en la cosmetología, en el sector farmacéutico y alimenticio.
Los planes de Wei Quan Chan Chong son establecer una planta de salado de medusas en Boca de Parita, corregimiento de Monagrillo, en la provincia de Herrera. El proyecto contempla una inversión de $284 mil 585.
La planta operaría durante seis meses al año, entre el 1 de marzo y el 30 de agosto, período en que la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP) autoriza la pesca de medusas, según señala el estudio de impacto ambiental categoría I que está en trámites de aprobación en el Ministerio de Ambiente.
Las medusas serían compradas a pescadores del área y se recibirían en la planta en tinas de concreto, destaca el documento.
Al producto marino se le agregaría sal y se dejaría en las tinas durante siete días. Después se colocará en tanques con capacidad para cinco galones cada uno, se sellarán y se transportarán en contenedores a Veracruz, corregimiento del distrito de Arraiján en la provincia de Panamá Oeste, informó Wei Quan Chan Chong.
Desde Veracruz una empresa que aún no han definido se encargará de enviarlas a China, dijo Quan Chan Chong, que se dedica a la pesca comercial en el puerto de Mensabé, en Las Tablas, Los Santos.
En Panamá no existe algún estudio que demuestre que el aprovechamiento o no de las medusas cause algún impacto al ecosistema marino, manifestó Ángel Vega, biólogo marino de la Universidad de Panamá.
Sin embargo, advierte que con la medusa puede suceder lo que ha pasado con otros recursos marinos.
“Un mercado los reclama, el país tiene el recurso y se otorgan los permisos para su explotación sin tener ningún tipo de conocimiento. Así sucedió con el pepino de mar y el tiburón, al que se le extraen sus aletas y la raya”, productos a los que se les ha establecido vedas y hasta se prohíbe su captura, manifestó Vega.
Se sabe que entre los meses de febrero y agosto las medusas llegan a aguas panameñas asociadas a masas de agua fría o corrientes de fondo, pero se desconoce si están en etapa de reproducción.
En países como Japón, China y otros del sureste asiático, la explotación de estos organismos deja ganancias económicas por más de $25.5 millones anualmente, según la revista Ciencias.
Japón, que en sus restaurantes llega a preparar hasta 50% de las medusas comestibles, importa entre 5 mil 400 toneladas y 10 mil toneladas al año.