El crecimiento que la economía panameña registró en el primer trimestre del año superó todos los pronósticos. El producto interno bruto trimestral (PIBT), mostró un incremento de 9.7%, con respecto al período similar del año previo, de acuerdo con el informe publicado ayer por la Contraloría.
El PIBT valorado a precios de 1996, registró un monto de 5 mil 432.2 millones de dólares para el trimestre, lo que corresponde a un aumento de 479.0 millones de dólares.
Las actividades que registraron mayor crecimiento fueron explotación de minas y canteras (14.1%), construcción (15.3%), transporte, almacenamiento y comunicaciones (16%), comercio (9.5%), hoteles y restaurantes (6.8%) e intermediación financiera (6.9%).
El valor agregado del sector agropecuario presentó una disminución de 0.4%, como consecuencia de la reducción en el volumen de las exportaciones de banano en 13.5% y otras frutas, tales como: el melón y la sandía, que disminuyeron en 67.2% y 45.0%, respectivamente. A su vez, la actividad de ganado lechero se redujo en 5.9%.
El ministro de Economía, Alberto Vallarino, proyecta que el crecimiento anual será de 9% y resaltó que este es uno de los pocos países del mundo que no ha dejado de crecer, con una tasa real en 2010 de 7.5%.
El economista y catedrático universitario Alejandro Cordero reconoció que la economía panameña se encuentra en una fase coyuntural de fuerte expansión que “es positiva por su efecto en el empleo”.
El lado negativo de este crecimiento, dijo, es que viene acompañada de inflación y aunque hay trabajo eso no asegura un nivel de vida que satisfaga las necesidades de la población.
Lo peligroso de un crecimiento a tasas tan altas, según el economista, es que “tarde o temprano revientan las burbujas que lo producen y la caída después es estrepitosa”. Sería más razonable entre un 3% y 4% porque de esta manera se asegura que haya empleo y que no se dispare la inflación.
