Ingresar al dominio del Parque Natural Metropolitano es un golpe a los sentidos. El cambio de temperatura es inmediato y, pese a estar a pocos metros de una avenida transitada, por momentos el silencio es abrumador y su verdor transporta a las personas fuera del bullicio de la capital.
El parque es responsable de eliminar el 30% de los gases contaminantes que se producen en la ciudad capital. En sus 232 hectáreas habitan cientos de especies de animales y plantas, que lo convierten en uno de los pocos parques que está dentro de una urbe.
Daños al ambiente
Cerca de 49 mil personas lo visitaron el año pasado y recorrieron algunos de los 7 senderos habilitados. 29 mil panameños y los 20 mil restantes extranjeros. Esta cantidad solo representa el 14% del total que puede recibir el parque anualmente, unas 350 mil personas.
Para incrementar la afluencia de visitantes, el patronato del parque ha puesto en marcha un plan de inversión de 5 millones de dólares para añadir espacios que permitan desarrollar actividades culturales y físicas, pero respetando su principal atractivo: la naturaleza.
A pocos metros de la avenida Juan Pablo II, pero oculto por una barrera de árboles, se encuentra el castillo, un búnker antiaéreo construido por el Ejército estadounidense.
Este edificio cuenta con paredes de 45 centímetros de espesor y será renovado para albergar salas de eventos culturales, espacios para la lectura, música, historia, y una zona para escalar.
La restauración, junto con el área de estacionamientos, conllevará una inversión de 3.2 millones de dólares, lo que representa el 56.2% del presupuesto del plan maestro que se ejecutará hasta el año 2024.
Al ser administrado por un patronato, el parque no recibe aportes estatales, así que debe gestionar sus propios fondos a través de concesiones dentro de su área de jurisdicción. Además, se ha recuperado más de un millón de dólares en concepto de compensaciones por daños provocados por la instalación de tuberías y demás infraestructura pública y privada.
Dionora Víquez, directora ejecutiva del Parque Metropolitano, comentó que el plan fue actualizado por el consultor Roberto Baca, quien tiene vasta experiencia en el desarrollo de áreas protegidas y reservas naturales en Costa Rica.
Además de la rehabilitación del búnker, que contaría con un auditorio para 300 personas, el plan contempla la creación de tres nuevos senderos. También se rehabilitará el “sendero del mono tití”, uno de los más visitados, y se instalarán fuentes de agua potable en la cima del cerro Cedro, que con sus 150 metros sobre el nivel del mar es el segundo punto más alto de la ciudad capital, solo superado por los 190 metros de altura del cerro Ancón.
Víquez comentó que entre las mejoras está la creación de un sendero para ciclistas y una ruta desde donde se observarán árboles frutales con especies que la mayoría de los panameños no conoce, como el jobo. Igualmente, se ampliará la laguna para que se convierta en un reservorio para los animales que viven en el parque.
El consultor costarricense agregó que, una vez termine la ejecución del plan, la capacidad del parque aumentará a 520 mil personas por año y con la entrada del nuevo gobierno, la directiva del parque confía en que se incluya como uno de los atractivos naturales más importantes del país, ya que en los últimos años el parque ha sido desatendido.
Desde zona precolombina hasta centro espacial y militar
Durante la década de los 60 del siglo pasado, el Ejército estadounidense utilizó el área donde está ubicado el Parque Natural Metropolitano como una zona de entrenamiento para rescates en la selva. Igualmente, se utilizó para adiestrar a los astronautas que lideraron la carrera especial por Estados Unidos, como Neil Armstrong. Esta historia, así como los hallazgos indígenas, españoles y militares, formarán parte de la galería histórica que se diseñará en El Castillo o el ‘ecobunker’.
