La petrolera estatal mexicana Pemex buscará socios para una veintena de asignaciones en tierra en el sur de México agrupadas en siete áreas que contienen crudo ligero, superligero y gas húmedo, informó ayer el regulador petrolero.
Los contratos con Pemex, que serán de licencia, serán asignados en una subasta el 31 de octubre, anunció la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) en una sesión de su órgano de gobierno transmitida por internet.
Las áreas contractuales, que incluyen en algunos casos exploración pero principalmente extracción, están en los estados Tabasco, Veracruz y Chiapas, al sur del país.
“Todas esas asignaciones que están en el área de Chiapas-Tabasco tienen un gran potencial para que rápidamente puedan incorporar producción y también reservas”, dijo el comisionado de la CNH, Néstor Martínez, durante la sesión.
Pemex tendrá 45% de cada contrato y no será operador.
La inversión esperada es de 870 millones de dólares.
Se espera que la producción de crudo en las áreas a licitarse eleve en conjunto a un pico de 58 mil barriles por día (bpd) en 2022-2023, desde los actuales 33 mil bpd, mientras que la de gas a 310 millones de pies cúbicos al día (mmpcd) frente a los 190 mmpcd actuales, de acuerdo a lo presentado en la sesión.
“Son asignaciones que ya tenemos en producción, que ya tienen un cierto nivel de reservas probadas; precisamente por ello es que se está eligiendo migrarlas con socios para invertir en ellas y aumentar la producción”, dijo Gabriel Macías, funcionario jurídico de Pemex.
La petrolera, que lucha por mantener sus niveles de bombeo, concretó asociaciones en Trión, en aguas profundas, en 2016, y en los campos en tierra Ogarrio y Cárdenas-Mora, ambos en Tabasco, en 2017.
Sin embargo, la búsqueda de socios para el ambicioso proyecto en aguas profundas Nobilis-Maximino, y el de Ayin-Batsil, en aguas someras, no tuvo éxito.
El año pasado, Pemex produjo mil 948 millones de barriles de crudo por día, la primera vez que la producción se sitúa por debajo de los 2 millones desde 1980.