Hay un nuevo rey en el mercado global de bonos basura de 2 millones de millones de dólares. El productor estatal de petróleo de Brasil, Petróleo Brasileiro S.A., con $56 mil millones de títulos en circulación, se ha convertido en el emisor corporativo de bonos sin grado de inversión más grande del mundo después de que Standard & Poor’s redujera su calificación de crédito, siete meses después de que Moody’s Investors Service aplicara una medida similar.
La compañía, con sede en Río de Janeiro, supera los $31 mil millones de bonos de Sprint Corp. y los $36 mil millones de pagarés de grado especulativo del gigante venezolano de energía PDVSA, según datos compilados por Bloomberg.
El grupo de tenedores disminuye porque todos aquellos fondos de grado de inversión ya no pueden comprar deuda de Petrobras, dijo Rafael Elias, director gerente de Cantor Fitzgerald LP en Nueva York. Eso, por supuesto, reducirá los precios de los bonos e incrementará los rendimientos, haciendo que resulte más costoso para Petrobras obtener préstamos.
El descenso en la calificación está afectando a Petrobras, que antes era la niña mimada de los emisores de mercados emergentes, mientras intenta sortear la caída del precio del petróleo y el creciente escándalo de corrupción, que ha enviado a algunos de sus proveedores a declararse en bancarrota. Los mayores costos de financiamiento complicarán los esfuerzos del máximo responsable ejecutivo, Aldemir Bendine, para reducir el apalancamiento en el productor de petróleo más endeudado del mundo
Los $2 mil 500 millones en bonos de Petrobras con vencimiento en 2024 se redujeron al nivel más bajo desde que se emitieron por primera vez en marzo 2014.
Probablemente, quienes vendan los bonos de Petrobras sean los inversores, que utilizan índices de bonos de grado de inversión como indicadores de rendimiento.