La petrolera estatal brasileña Petrobras anunció que proyecta vender 8 de sus 13 refinerías y una red de gasolineras en Uruguay como parte de su plan para recomponerse tras el escándalo de corrupción Lava Jato.
Las ocho refinerías tienen una capacidad de refinar 1.1 millón de barriles de petróleo por día, informó la compañía. Entre las refinerías se encuentra la Abreu e Lima, en el noreste del país.
Los proyectos de desinversión de las refinerías, además de reposicionar el portafolio de la empresa en activos de mayor rentabilidad, permitirán también dar mayor competitividad al segmento de refinación en Brasil, añadió.
Además de las ocho refinerías, Petrobras anunció que pretende reducir su participación en su subsidiaria BR Distribuidora y vender su red de puestos de combustible y derivados en el vecino Uruguay, Pudsa.
Pese a su vasto programa de ventas, el gobierno de Jair Bolsonaro descarta por el momento privatizar la empresa.
Petrobras obtuvo en 2018 su primer beneficio neto anual en cinco años, de 7 mil 58 millones de dólares al cambio promedio de ese año, emergiendo de una grave crisis al verse involucrada en el mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil.
El caso reveló la existencia de millonarios sobornos pagados por grandes constructoras a políticos y partidos para obtener contratos en la compañía.
Su estrategia de reconstrucción incluyó la venta de numerosos activos, con la voluntad de centrarse en sus actividades tradicionales de producción de petróleo, con desarrollo en la extracción de petróleo bajo las aguas profundas (presal).
Importantes petroleras han mostrado interés en asociarse con el gigante brasileño para explotar la riqueza energética que se esconde debajo del fondo marino.