Los últimos años han sido particularmente desafiantes para Pimco. En los últimos tres años, la gestora de miles de millones de dólares perdió cerca de 500 mil millones de dólares de sus activos y despidió a Bill Gross, su gestor de bonos estrella.
Ahora que está reduciendo 3% su personal y su dirección, dijo en un memo: “Las demandas competitivas de esta industria requieren que nos adaptemos continuamente e innovemos para satisfacer la evolución de las necesidades de los clientes”.
Si bien Pimco se enfrenta a ciertos retos específicos, su última medida pone de relieve el sismo que se está produciendo entre las firmas globales de inversión.
La llamada gestión activa está en la mira de los inversionistas, que cuestionan si el juicio humano es mejor que las estrategias indexadas y por lo general llegan a la conclusión de que no.
“Si eres un gestor activo en problemas, la gente te castigará mucho más de lo que solían hacerlo”, dijo Russ Kinnel, director de Morningstar, el fondo común de investigación con sede en Chicago.
“Ahora vemos más firmas, de todos los tamaños, bajo presión. Aun si las cosas marchan bien, podría ser difícil mantener el volumen”.
Como resultado, la cantidad de personal en las grandes firmas de gestión de activos ha dejado de aumentar o empieza a reducirse.
El número de empleados en las grandes firmas de inversión mundial cayó en el primer trimestre y se dispone a caer más en el futuro.
Mientras tanto, los activos gestionados se amesetan. Lo anterior es bastante inusual puesto que las grandes gestoras de inversión están reduciendo su personal en tiempos relativamente buenos para el mercado.
En conjunto, las firmas no están teniendo una sangría de activos. No están experimentando una disminución persistente y generalizada en las tenencias de acciones o de bonos de riesgo, como la experimentada durante las crisis de 2000 y 2008.