Plantas de concreto, a media máquina

Plantas de concreto, a media máquina


El sector de la construcción no se ha recuperado del bajón que experimentó el año pasado, cuando la inversión en nuevos proyectos disminuyó 50%, hasta los 900 millones de dólares.

A menor inversión, los eslabones de suministro que conforman la cadena se debilitan: la producción se estanca o se paraliza.

Bajo esta dinámica, uno de los segmentos que se ha visto afectado es el de la producción de concreto premezclado y el de cemento gris. En el primer semestre se experimentaron números rojos, extendiendo la racha negativa del año pasado.

En el primer semestre de 2019, la producción de concreto cayó 10.1%, hasta los 614 mil 210 metros cúbicos. La de cemento pasó de 847 mil 958 toneladas métricas (entre enero y junio de 2018) a 749 mil 235 en la primera mitad de este año, lo que significó una merma de 11.6%.

En los últimos dos años, la producción de ambos productos ha registrado caídas de doble dígito.

Ante esta realidad, los actores del sector ajustan sus operaciones para lidiar con la tempestad.

Las empresas Cemex, Argos y Hormigon Express, tres de los mayores productores de concreto y cemento, confirmaron que han tomado decisiones drásticas y transcendentales.

José Luis González, director de Cemex, empresa que en 2017 inauguró una planta de aditivos con una inversión de 15 millones de dólares, comentó que la terminación de proyectos de infraestructura como la línea 2 del Metro y el tercer puente sobre el Canal de Panamá, sumado al freno en la construcción privada, han impactado la demanda de concreto, cemento y demás productos relacionados con la construcción.

Solo en el segmento residencial se calcula que el inventario alcanza las 3 mil unidades, lo que ha frenado la construcción de nuevos proyectos, aunado a la falta de espacio en la ciudad capital, donde se concentra la mayor demanda.

“El impacto que ha traído la caída del mercado durante 2018 y lo que va de 2019 también nos ha afectado y nos ha llevado a enfocarnos en la búsqueda de eficiencias internas y consolidación de operaciones. Entre las acciones adoptadas por la compañía están: el cierre de algunas plantas de concreto y el apagado de uno de nuestros hornos de cemento para ajustarnos a la actual demanda”, reveló González.

Ante esta situación, la empresa ha recortado puestos de trabajo y también cancelado contratos con proveedores.

"No veo una mejoría en el corto plazo. El número de empresas ha bajado de 40 a 35 y pueden darse más cierres este año”.



Hormigon Express ha recurrido al cierre de al menos cuatro plantas y mantiene paralizada parte de su flota de distribución, pero sin descuidar los clientes que tienen a lo largo del país, dijeron sus ejecutivos.

Por su parte, Harry Abuchaibe, gerente de Argos Panamá, expresó que la compañía ha “implementado modelos operativos y de negocio basados en tecnología, lo que permite ajustarnos a la realidad del mercado y seguir brindando a nuestros clientes un servicio de extraordinario”.

Aunque Argos no reconoce de forma enfática el paro parcial de alguna de sus operaciones, varios de sus clientes manifestaron a este diario que a pesar de la proximidad de sus proyectos en construcción con la planta ubicada en la vía Transístmica, el concreto se despacha desde la terminal de Argos ubicada en Tocumen.

Argos sí precisó que puso en operación una planta de mortero seco, un conglomerado que sirve para aparejar ladrillos o baldosas, y que compensa la caída en otras áreas del negocio.

Para los trabajos de ampliación del Canal de Panamá, Argos duplicó su capacidad de producción en el país, lo que significó una inversión cercana a los 100 millones de dólares.

Alfredo Fonseca Mora, presidente de la Asociación Panameña de Productores de Concreto (Apacreto), fue claro al decir que no vislumbra un repunte de la demanda en el corto plazo.

Reveló que ante la baja demanda se ha registrado una guerra de precios entre algunos productores, que no beneficia al sector.

El margen de ganancia del concreto es pequeño, no así el del cemento, pero son pocas las empresas que tienen ambos productos, lo que permite tener un mejor equilibrio, señaló.

Importación galopante

En vía contraria a la producción local de cemento, la importación de este producto ha subido como la espuma, pasando de 24 mil 910 toneladas métricas en el primer semestre de 2018, a 73 mil 132 entre enero y junio de este año. El saltó es de 193.6%.

A finales del año pasado, empresas del sector denunciaron que habían ingresado al país 7 mil toneladas de cemento chino, lo que alertó a las agrupaciones de consumidores del país que ponen en duda la calidad de este producto, ya que las normas que regulan la materia tienen más de 30 años y no son de estricto cumplimiento.

De acuerdo con el vocero de Cemex, de cada de 10 sacos de cemento que se vende, 1 es importado, situación que ha ido creciendo por la falta de una normativa técnica que establezca controles de calidad.

En esa misma línea, el gerente de Argos calificó como positivo la reciente aprobación del reglamento Técnico DGNTI-COPANIT 90-2019, aplicado para cementos producidos en el país y el extranjero.

“Ante un mercado local a la baja e importaciones crecientes, evidentemente notamos una afectación a la industria local debido a las asimetrías en estándares de calidad, de sostenibilidad y de cumplimiento legal. Los productores locales estamos preparados para atender la demanda nacional a precios competitivos, y, lo más importante, generando empleo digno y de calidad, así como beneficios fiscales”, explicó Abuchaibe.

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