La caída de los precios del petróleo que desencadenó una crisis cambiaria en Rusia y puso en peligro al Gobierno de Venezuela también golpea a los mercados en Malasia, un exportador neto de petróleo del sudeste asiático. Los economistas dicen que no es momento para entrar en pánico, todavía.
En primer lugar, porque los productos de gas y petróleo de Malasia representan alrededor del 22% de sus exportaciones, en comparación con más del 70% de la energía en Rusia.
En segundo término, porque el primer ministro Najib Razak adquiere algo de aire fiscal mediante la abolición de subsidios de energía y la instrumentación de un impuesto de 6% sobre productos y servicios a partir de abril, según Nomura Holdings Inc.
Eso le permitiría a Najib mantener sus metas presupuestarias a pesar de que la declinación de la confianza de los inversores llevó esta semana la moneda al nivel más bajo desde abril de 2009 e hizo subir el costo de asegurar la deuda del país.
“A menos que el precio del petróleo experimente una mayor caída de aquí en adelante, nuestra opinión es que las presiones pueden ser manejables”, dijo Euben Paracuelles, un economista en Singapur de Nomura. “Gracias a las pocas medidas que ya han tomado en los últimos dos o tres años, pienso que van a poder responder de forma efectiva”
Najib mantendrá una sesión especial para hablar sobre los acontecimientos económicos y la posición financiera del país el 20 de enero, dijo el Ministerio de Hacienda.

