Los precios al consumidor en Estados Unidos (EU) anotaron en octubre su mayor alza en nueve meses por el incremento de los costos de la gasolina y del alquiler de viviendas, lo que apunta a una inflación que se acelera en forma sostenida y mantendría a la Reserva Federal (FED) encaminada a otra suba de tasas el mes próximo.
El Departamento del Trabajo dijo que su índice de precios al consumidor subió 0.3% el mes pasado tras avanzar 0.1% en septiembre. En los 12 meses hasta octubre, el IPC avanzó 2.5%, cifra que se compara con el incremento interanual de 2.3% de septiembre.
Excluyendo los volátiles componentes de los alimentos y la energía, el IPC escaló 0.2%. El llamado IPC subyacente había subido 0.1% por dos meses consecutivos.
En los 12 meses hasta octubre, el IPC subyacente avanzó 2.1% tras aumentar 2.2% interanual en septiembre. Economistas consultados en un sondeo de Reuters proyectaban que el IPC escalara 0.3% mensual y 2.5% interanual en octubre, y que el IPC subyacente ganara 0.2%.
La FED, que tiene una meta de inflación de 2%, sigue una medición diferente, el índice de precios de gastos de consumo personal excluyendo alimentos y energía, para fijar su política monetaria.
El mes pasado, los precios de la gasolina repuntaron 3.0% y respondieron por más de un tercio del aumento del IPC, tras caer 0.2% en septiembre.
La renta equivalente de dueños de residencias primarias, que es lo que el dueño de una vivienda pagaría para alquilar o recibiría por el alquiler de una casa, subió 0.3% en octubre tras avanzar 0.2% el mes previo.
