A pesar de la sobreoferta inmobiliaria que hay en el mercado, el precio de venta de las viviendas nuevas no baja.
Se calcula que existe un inventario de alrededor de 2 mil 800 casas y apartamentos en espera de venderse al público, según el Consejo Nacional de Promotores de Vivienda (Convivienda), organismo que representa el 67% del mercado en volumen de construcción.
El efecto de la desaceleración económica, que tiene un impacto en el ingreso de las personas, las altas tasas de interés que encarecen el financiamiento, y el desempleo de 6.1% son factores que frenan la adquisición de bienes.
Con esta situación adversa, y tratando de evitar que crezca el inventario de viviendas nuevas, las promotoras han optado por poner en marcha varias estrategias que no necesariamente están relacionadas con una disminución de precios.
“Debido a la sobreoferta de viviendas nuevas que hay actualmente en el mercado, más que bajar de precios, lo que se está dando son ofertas. Los promotores otorgan beneficios dependiendo de la prontitud que tenga el cliente para comprar”, dijo Elisa Suárez de Gómez, directora ejecutiva de Convivienda.
Elisa Suárez de Gómez
Directora ejecutiva de Convivienda.
En las ferias, algunos promotores hasta financian el abono inicial para captar a un cliente que en ese momento no tiene la disponibilidad del dinero. También ofrecen bonos, cuyo monto es cónsono con el precio de la propiedad.
Estas prácticas permiten que los promotores disminuyan el inventario, y aunque reduzcan su ganancia, cada transacción les permite ir pagando el préstamo interino que solicitaron para construir el proyecto.
En 2017, el valor en las ventas de viviendas fue por $821.5 millones, siendo las de mayor comercialización las que costaban hasta $120 mil.
Con la nueva generación de mileniales entrando en el mercado como clientes, ganan atractivo los proyectos inmobiliarios más chicos y cercanos al Metro, o alejados del centro de la ciudad
Las zonas donde hay mayor demanda de viviendas son Arraiján y La Chorrera, mientras que en la ciudad sobresalen los sectores que están cerca de los nuevos sistemas de transporte.
“En vía España, Pueblo Nuevo, Carrasquilla, Tocumen y en la avenida Simón Bolívar se está dando un auge en la comercialización de viviendas, sobre todo apartamentos chicos, que es lo que está demandando la gente joven”, sostuvo Aldo Stagnaro, presidente de la Asociación Panameña de Corredores y Promotores de Bienes Raíces.
En el caso de las viviendas de segunda mano, se calcula que los precios de venta han bajado alrededor de un 20%. “Mucha gente compró cuando hubo el boom inmobiliario en el país y el mercado estaba alto. Resulta que ahora esos propietarios prefieren vender por debajo de sus cálculos para no perder tanto”, dijo Tina Chu, gerente de TC-Panamá Bienes Raíces.
Hace 11 años se podía vender una vivienda de segunda mano por arriba del precio del avalúo, pero ahora todo el que compra, ofrece un monto por debajo del precio de venta rápida.
“Esto ha sido un choque para los propietarios que aún no se ajustan a la realidad actual del mercado inmobiliario”, dijo Chu.
Para quienes tienen la disposición de comprar, se trata de un buen momento.