La caída de las acciones chinas se agravará 14% más, y un futuro repunte no será vigoroso, de acuerdo con George Magnus, de UBS Group AG. El índice Shanghai Composite podría detener su deslizamiento en alrededor de 2,500, dijo por teléfono el asesor económico independiente para UBS desde Londres.
El indicador cayó a su mínimo en un año la semana pasada, al cerrar el viernes en 2,916.56. Aunque el índice terminará el año por encima de su punto más bajo, dijo Magnus, el repunte no será muy significativo.
“Quizás no hemos tocado fondo aún, pero está mucho más cerca”. En cuanto a un alza sostenida, dijo que “se debe ser optimista sobre un aterrizaje suave de China y la transformación económica, sobre lo cual personalmente no soy optimista”.
A inicios de año, Magnus dijo a Bloomberg Television que la volatilidad en China está encubriendo una crisis crediticia y un pronóstico sombrío para su economía. Dijo que mientras los legisladores prometieron una ola de reformas en diciembre, probablemente no sean suficientes.
El indicador de acciones chinas cayó en un mercado pesimista el 15 de enero por segunda vez en siete meses, acabando con las ganancias de un rescate estatal sin precedentes, en medio de la confianza menguada sobre la habilidad del gobierno para manejar a los mercados y a la economía del país.
Magnus tiene un historial por acertar en sus predicciones sobre las crisis mundiales. En julio de 2007 advirtió de que el colapso del mercado de hipotecas basura de Estados Unidos (EU) no sería “manejable”. En septiembre de 2008 pidió a la Reserva Federal de EU, al Banco Central Europeo y al Banco de Inglaterra bajar las tasas de interés para prevenir el empeoramiento de la crisis financiera, medida que tomaron dos semanas más tarde.
El Shanghai Composite ha caído 17% este año después de dos días de subidas. Las acciones chinas han tenido un duro comienzo ante la preocupación sobre una profundización de la desaceleración económica y por la posibilidad de que la volatilidad del yuan provoque más salidas de capitales.