Cada día el poroto está más presente en la dieta local. El consumo de este grano pasó de 120 mil quintales a 180 mil quintales por año, según los productores nacionales.
La demanda ha crecido por varias razones, en especial porque el poroto es una proteína leguminosa que reemplaza a las de origen animal, que son mucho más costosas.
Además, este frijol está muy presente en la dieta de los extranjeros que viven en el país, lo que ha contribuido a una mayor demanda.
El potencial no ha sido aprovechado totalmente por los agricultores por una serie de obstáculos, como las importaciones en época de cosecha local.
Entre 2015 y 2017 la entrada del grano extranjero creció un 46.5%, según cifras de la Autoridad Panameña de Seguridad de Alimentos (Aupsa). Y hasta el primer trimestre del año se reportó el ingreso de 104 mil 520 quintales de poroto, 4 mil 733 quintales más que los adquiridos en igual período de 2017.
“Los productores reconocemos que Panamá no es autosuficiente en la producción de poroto, pero cada año se agudiza la crisis en el sector por el descontrol en las importaciones, manifestó Martín Ríos, productor de porotos y expresidente de la Asociación de Productores de Semillas de Caizán.
“Al momento de la cosecha no tenemos cómo comercializar el poroto, porque el mercado está saturado del producto importado”, asegura Ríos.
Estas distorsiones en el mercado ocasionan que cada año sean menos las tierras dedicadas a este cultivo. En la región de Caizán, provincia de Chiriquí, donde por tradición se siembra poroto, ahora los agricultores incursionan en otras actividades más rentables, comenta Ríos.
“Algunos se pasaron al cultivo de palma aceitera y pasto mejorado para el ganado. Otros alquilaron sus tierras y abandonaron la actividad agrícola”, dijo.
El cultivo de poroto en el último año disminuyó 53.8%, en comparación con el ciclo agrícola 2015-2016, donde se registró una producción de 74 mil 610 quintales del grano.
Al cierre del ciclo agrícola 2016-2017 cerca de mil 424 productores de poroto cultivan 2 mil 175 hectáreas del grano, según cifras del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA). Este año, los productores de poroto pronostican que la siembra es inferior a las 2 mil hectáreas.
La extensión de la temporada de lluvia a inicios de año, la escasez de mano de obra, problemas de comercialización y la migración de algunos productores a otras actividades más rentables están sepultando la actividad del poroto, advirtió el dirigente.
En Panamá, el 88% de la producción de poroto proviene de la provincia de Chiriquí. La siembra se destaca en las áreas de Caizán, Río Sereno, San Andrés, Hornito, Potrerillos, Bugaba, Santa Rosa, Alanje y Boquete.
El 10.4% restante se produce en Las Minas, provincia de Herrera; y Santa Fe de Veraguas, aunque también existen otras áreas potenciales para este cultivo, como Cerro Campana, Canajagua, El Valle de Antón, en Coclé; Chepo, en Panamá; y la comarca Ngäbe Buglé.
Los productores están acostumbrados a cultivar las variedades de poroto calima, chileno y rosado criollo. Sin embargo, también están disponibles las variedades biofortificadas con alto contenido de hierro.
Un kilogramo de poroto calima, uno de los preferidos de los productores, contiene 45 gramos de hierro, mientras que la variedad biofortificada posee 78 gramos de hierro.