En momentos en que Colombia festeja su mejor cosecha de café en ocho años tras superar una epidemia de roya, los cultivadores enfrentan un problema potencialmente más grave: la escasez de trabajadores para recoger una abultada producción de granos de arábica.
Algunas regiones han recurrido a pregoneros y anuncios en altavoces en las estaciones de autobuses para encontrar recolectores, pero la poca respuesta significa que los caficultores están dejando granos en los árboles sin recoger.
La escasez de mano de obra es un efecto secundario de crecimiento económico que ha reducido el desempleo a mínimos históricos.
Los expertos sostienen que será difícil para el primer productor mundial de arábica suave llevar su cosecha anual mucho más allá de los 13 millones de sacos de 60 kilos, situación que en el futuro va a provocar un aumento de los precios del café colombiano.
“Se habla de llegar a 15 [millones] a 18 millones de sacos, pero la gran pregunta es ¿quién va a recogerlo? Creo que nos estamos acercando al techo”, dijo Marcelo Salazar, jefe del Comité de Cafeteros del central departamento de Caldas.
En Colombia, además del reto físico los recolectores de café deben enfrentar la informalidad de un trabajo sin seguridad social y sin el pago de prestaciones legales. Los productores dicen que no pueden darse el lujo de pagar pensiones u otros beneficios adicionales.
“La recolección de café es para locos. Es un trabajo muy duro. Estoy esperando para entrar en el Ejército”, dijo Alejandro Hernández, de 17 años, un recolector mientras caminaba con botas de caucho por una casa cercana al municipio de Fredonia, con un recipiente plástico con café sobre el hombro.
Actualmente gana unos $80 semanales, alrededor de un cuarto más que el salario mínimo. El auge de la construcción en Colombia y un programa de construcción de carreteras con inversiones por $24 mil millones están absorbiendo la mano de obra y provocando un éxodo de trabajadores rurales a las ciudades. La escasez de mano de obra podría subir los precios de los cafés colombianos en el largo plazo.