Londres planea prohibir la publicidad de comida chatarra en su red de transporte público para enfrentar la obesidad infantil, que es una de las más altas de Europa, dijo el alcalde Sadiq Kahn.
Casi un 40% de los niños de entre 10 y 11 años en Londres tiene sobrepeso o son obesos, según una investigación compilada por el Parlamento británico.
La obesidad infantil es una bomba de tiempo y estoy decidido a actuar. Si no adoptamos medidas audaces contra eso no estamos haciendo lo correcto por nuestros jóvenes, y además colocamos un enorme peso en nuestro ya saturado servicio de salud, declaró Kahn.
La prohibición tendrá como blanco a minoristas de alimentos que ofrezcan productos considerados con alto nivel de grasas como McDonald’s. La empresa ha peleado contra la percepción de que alienta a los niños a comer en forma poco saludable. En 2011, ganó un juicio que le permite seguir incluyendo juguetes en sus Cajitas Felices.