El movimiento Extinction Rebellion protagonizaba ayer en Londres su sexta jornada consecutiva de bloqueos para reclamar un “estado de emergencia ecológica”, pese a que se hubieran registrado más de 700 arrestos desde el lunes.
La red de militantes, nacida en el Reino Unido, cortó la circulación en Waterloo Bridge, en pleno corazón de la capital británica, con una sentada de los manifestantes.
Otros tres lugares de gran afluencia (Parliament Square, Oxford Circus y Marble Arch) también estaban bloqueados “por la presencia de manifestantes“, indicó la autoridad de los transportes de Londres.
En un mensaje publicado en Twitter, Extinction Rebellion acusó directamente a la primera ministra, Theresa May (conservadora): “Sabemos que usted no hace lo suficiente [por el clima]. Usted sabe que no hace lo suficiente. Hablemos, entonces”.
Además, el movimiento organizó varias actividades lúdicas en los sitios ocupados, como yoga, masajes, discursos o conciertos, este fin de semana de Pascua.
Las acciones de Extinction Rebellion condujeron a “715 arrestos” desde principios de semana, y se abrieron diligencias contra 28 personas.
El número de detenciones plantea “un problema logístico [...] en términos de celdas” y desvía a los agentes de sus otras misiones, denunció la Policía metropolitana.