Los productores agropecuarios de Paraguay manifestaron su rechazo a un eventual proyecto del gobierno de Fernando Lugo para gravar la soja y la carne vacuna, los principales productos de exportación.
Lugo, acorralado por los reclamos de los sectores pobres para comprar tierras y construir viviendas populares, adelantó su interés en aplicar un impuesto a la exportación de soja y carne.
“El crecimiento del 10% que tuvo nuestra economía en 2010 se debe a dos rubros principales, la agricultura y la ganadería, y no es gravando con impuestos que vamos a crecer sino produciendo más”, dijo ayer el productor agrícola Agustín Konrad durante una conferencia de cooperativistas en Colonias Unidas, unos 450 kilómetros al sur de Asunción.
Agregó que si en 2011 llegara al Parlamento el proyecto para establecer un impuesto a la venta al exterior de soja y carne vacuna, los legisladores deberán tener en cuenta “que un impuesto nuevo frenará la producción”.
Antes de acompañar a Lugo a la ciudad brasileña de Foz de Iguazú, donde se reúnen los mandatarios del Mercosur, el ministro de Economía Dionisio Borda sostuvo que “la presión tributaria en Paraguay es solo del 10%, la más baja de la región. La soja y la carne bovina deberían tributar porque el Gobierno solo así podrá responder a las necesidades de los sectores populares más vulnerables”.
Borda aludía a los proyectos de viviendas populares, asistencia a los indígenas y reforma agraria prometidos por el gobierno que aún no se han llevado a cabo por falta de fondos.
Lugo preparó un presupuesto de 8 mil millones de dólares para 2011, pero el Congreso lo aprobó con modificaciones aumentándolo a 9 mil millones.

