Rusia almacena una cantidad récord de trigo en razón de que el mayor exportador del mundo no puede despachar su abundante cosecha con suficiente rapidez.
Al 1 de octubre, las reservas del país aumentaron un 22% respecto del año anterior, hasta 33.8 millones de toneladas métricas, un máximo histórico para Rusia postsoviética, según la firma consultora SovEcon con sede en Moscú.
Este año los productores elevaron la producción en un quinto, pero las exportaciones se mantuvieron con escasos cambios, por debajo de las expectativas.
El repunte del rublo encareció el cereal para los compradores extranjeros y las exportaciones también se vieron afectadas cuando Egipto, un importante comprador de granos del mar Negro, suspendió este año brevemente las exportaciones a raíz de un impasse con los operadores. Dado que el inventario aumenta la saturación global que hizo caer los precios, los operadores tratan de bajar las tarifas ferroviarias para contribuir a impulsar los envíos.
“Las exportaciones han sido regulares hasta ahora”, dijo Andrey Sizov Jr., director ejecutivo de SovEcon.
El país normalmente trata de “precipitar” los envíos en la primera mitad de la temporada, dado que la capacidad de almacenamiento se llena y los productores recaudan más dinero para las nuevas siembras y para pagar préstamos, dijo.
Los productores rusos deben lidiar con el acopio, que equivale a la mitad de la producción estadounidense, en un momento en que el precio del trigo del país es un 12% más bajo que un año antes.
Las cosechas récord de los grandes productores mundiales hicieron bajar los precios de referencia en Chicago hasta cerca de un mínimo en 10 años. Los envíos al exterior desde julio hasta septiembre bajaron un 1% respecto de un año antes hasta 9.05 millones de toneladas. El jueves pasado, SovEcon rebajó 1% su pronóstico para toda la temporada hasta 30 millones de toneladas.