La Cámara de Diputados de México aprobó un proyecto de reforma laboral que incluye garantías para que los trabajadores puedan elegir libremente a sus representantes sindicales y aprobar contratos colectivos.
Los cambios son necesarios para conseguir la ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que sustituye al Tlcan.
Por mucho tiempo, el movimiento sindical en México se ha estancado y los salarios se han mantenido bajos con el apoyo de sindicatos oficialistas que firman contratos colectivos sin tener mayoría.
Los cambios indican que las elecciones sindicales sean por voto secreto y se demuestre que los trabajadores dieron su consentimiento a los contratos colectivos.
Por décadas, los sindicatos -muchos de cuyos líderes eran miembros del anterior partido gobernante- actuaban con tanto sigilo que los empleados ni siquiera sabían que existía un sindicato en sus trabajos.