Tras varios años de ajustes regulatorios, Panamá tiene la opción de modernizar y transformar con resultados la plataforma de sus servicios legales y financieros y no quedarse rezagada ante los estándares globales, sostuvo Gian Castillero, abogado experto en asuntos internacionales, quien expuso ayer en el foro Café con La Prensa, titulado “Tres años después de Panama Papers”.
“En este momento, Panamá está cumpliendo con los estándares internacionales de combatir el lavado de dinero” y satisfacer las exigencias “con la transparencia e intercambio de información”.
Pese a estos avances, Castillero avisó que “el siguiente paso” para el país será su constante sometimiento a evaluaciones para verificar la capacidad de cumplimiento. “Vamos a ver más inspecciones de la comunidad internacional”, anticipó.
Por este motivo, el experto considera que Panamá debe reinventar su plataforma de servicios. “Las ventajas competitivas del país están perdiendo relevancia, y si Panamá no hace algo rápido para reinventarse, dejará de ser un actor importante en la comunidad internacional”.
Advirtió de la presión sobre los regímenes de zonas francas sujetas a escrutinio por organismos multilaterales. En este contexto, recordó que la investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), −en la que se desveló la participación de la firma panameña MossackFonseca en un entramado de sociedades offshore, tuvo efectos negativos para el sistema financiero y perjudicó la percepción del país en el exterior, por lo que uno de sus retos consiste en recuperar la credibilidad y hacer un trabajo de comunicación eficiente para quitarle la etiqueta de paraíso fiscal.
“El sector público y el privado deben trabajar en una estrategia país”.
Castillero cree que los cambios hechos en Panamá, como la penalización de los delitos fiscales, van en la dirección correcta, pero considera que no hay que bajar la guardia porque, a su juicio, “la batalla continúa”. Ante la resistencia de un sector a aplicar cambios sugeridos por organismos internacionales, responde: “Panamá forma parte de un ecosistema internacional, no aplicarlos terminará aislando el país”.