La petrolera hispano-argentina Repsol espera firmar un contrato ampliatorio con el Gobierno de Ecuador, a pesar del proceso de coacción que se ordenó en su contra por el incumplimiento en el pago de impuestos de ganancias extraordinarias obtenidas en la explotación de crudo.
El portavoz de Repsol en Quito, Federico Cruz, dijo que su compañía aún no ha sido notificada del proceso de coacción que ordenó el sábado anterior el presidente ecuatoriano Rafael Correa.
“Creemos que las negociaciones están avanzadas y esperamos pronto firmar contrato ampliatorio”, dijo en referencia a los acuerdos temporales que quiere el régimen ecuatoriano con las compañías para obtener más control sobre el sector clave.
La estatal Petroecuador informó que Repsol-YPF y la francesa Perenco aún no han sido notificadas sobre el inicio del proceso de coacción que abrió en su contra el Gobierno ecuatoriano.
“Como no han pagado sus impuestos sobre ganancias extraordinarias, he ordenado que ya se efectúen las coactivas en Repsol y en Perenco”, informó Correa en su programa sabatino de radio.
Correa admitió que esa decisión le acarreará conflictos con los Gobiernos de España y Francia, sin embargo remarcó que la medida era inevitable para impedir que “ciertas compañías se burlen del país”.
Hasta el año pasado, el adeudo al Estado ecuatoriano de las petroleras Repsol y Perenco era de unos 830 millones de dólares por el impuesto a los ingresos extraordinarios generados por el alto precio del crudo, según Petroecuador.
De los 830 millones de dólares, unos 355 millones de dólares corresponden a Perenco y el resto a Repsol.
Esta tasa, introducida a través de la Ley 42 en abril 2006, obliga a las petroleras a entregar al fisco 50% de sus ingresos extras generados por el alto precio del crudo.
