Los precios más altos en restaurantes y cafés además de alquileres y tabaco impulsaron al alza la inflación en la zona euro en septiembre, según datos publicados ayer, compensando los bajos precios de los combustibles y el gas.
La oficina de estadística de la Unión Europea, Eurostat, confirmó que los precios al consumidor en los 19 países que utilizan el euro subieron un 0.4% intermensual, para avanzar un 0.4% interanual, como preveían los mercados y en línea con las estimaciones iniciales de Eurostat.
La agencia de estadística afirmó que la subida de precios en restaurantes y cafés agregó 0.08 puntos al resultado anual global y la revalorización de alquileres y tabaco aportó 0.05 puntos cada uno.
Los precios de los alimentos, alcohol y tabaco subieron un 0.7% interanual en septiembre y la comida sin procesar fue un 1.1% más cara que 12 meses antes.
Pese a subir un 1.0% desde agosto, los precios de la energía eran un 3.0% más bajos que hace un año. Su caída anual fue mucho más moderada que en agosto, cuando los precios energéticos bajaron un 5.6%, reflejando el aumento de los precios del petróleo.
Sin los volátiles precios de la energía y de los alimentos no procesados, o lo que el Banco Central Europeo (BCE) denomina inflación subyacente, los precios de la zona euro subieron un 0.4% en el mes, acumulando un 0.8% de alza interanual, permaneciendo estable por quinto mes consecutivo.
El BCE tiene el objetivo de mantener a la inflación debajo, pero cerca de un 2% a mediano plazo.
Para impulsar los niveles de inflación más cerca de su objetivo, el banco central está comprando $88 mil millones mensuales en bonos gubernamentales en el mercado secundario para inyectar más dinero al sector bancario y obligara los bancos a prestar más dinero a la economía real.

