Restaurantes chinos se recuperan

El desayuno de domingo del restaurante chino Lung Fung pasó de ser un menú codiciado por la sociedad panameña a ser olvidado y hasta repudiado tras una inspección en la que se determinó que las condiciones sanitarias no cumplían con las exigencias básicas.

"La inspección fue por sorpresa y llegaron justo al término de una jornada de trabajo, antes de que los empleados de la limpieza empezaran a trabajar. En una cocina siempre cae algo de basura, pero es completamente falso que aquí se encontraran roedores o insectos, como se ha publicado en algunos medios", señala Bolívar Chen, gerente general de Palacio Lung Fung.

El reporte de los inspectores del Ministerio de Salud indicaba el hallazgo de ratas muertas y refrigeradores con óxido y hongos. Pero a pesar de emitir un comunicado señalando que el ratón muerto que se encontró estaba "fuera del área cerrada del establecimiento", las ventas de este restaurante cayeron hasta un 75% en los días posteriores a la inspección, aunado a que en esta época del año, siempre se reduce la clientela porque hay vacaciones y carnavales.

Lung Fung emplea a 135 personas, pero la dirección no se planteó reducir la plantilla. Según Chen, "seguimos trabajando todos los días y no se ha despedido a nadie. Todos los trabajadores pusieron su granito de arena para mantener el negocio".

Un caso similar es el del restaurante YEE 3, ubicado en la zona de Paitilla. Este restaurante fue multado con 200 dólares por incumplir la normativa sanitaria y fue conminado a corregir las anomalías. Automáticamente sus ventas cayeron un 75%.

Según Ming Cheng, encargado del restaurante, antes del 16 de enero, fecha de la inspección, se atendía a una media de 400 clientes al día. Tras el operativo, la media cayó hasta 100 clientes diarios.

La reducción de las ventas no sólo afecta al negocio mismo de los restaurantes. Si desciende la clientela también caen los pedidos que los restaurantes hacen a sus proveedores.

Eduardo Moscote, gerente de Ventas del Área Metropolitana de Grupo Melo, señala que "bajaron algo los pedidos, pero no de manera muy significativa".

Hacienda El Progreso, que provee de carne de cerdo a algunos restaurantes chinos, notó más la reducción de las ventas. Fuentes de la compañía apuntan que "Lung Fung bajó sus pedidos cerca de un 50%, pero ahora ha vuelto a sus volúmenes normales. El resto de restaurantes chinos con los que trabajamos, que no son muchos, se ha mantenido igual".

¿persecución?

Bolívar Chen ha llegado a pensar que todo es motivo de una persecución contra el negocio o contra la comunidad china. "Han atacado duramente a los restaurantes chinos. Hay restaurantes de todos los sitios y siempre están detrás de los chinos", señala Chen.

Según el Ministerio de Salud (Minsa), en Ciudad de Panamá hay 113 restaurantes chinos, siendo Bethania el área que cuenta con más restaurantes, con un total de 21.

Para Reynaldo Lee, jefe del Departamento de Protección de Alimentos del Minsa, es falso que haya alguna campaña contra los restaurantes chinos. "En el operativo se inspeccionó todo tipo de establecimientos donde se dispensan alimentos. Y no solo fueron sancionados restaurantes de origen chino", señaló Lee.

mejorar la imagen

Ming Cheng, desesperado por la caída de las ventas y en su esfuerzo por recuperar su imagen pública, elaboró un video donde aparece el doctor Álex Díaz, jefe de Protección de Alimentos del Centro de Boca La Caja, afirmando que el restaurante ya ha cumplido las exigencias requeridas.

Pero a pesar de haber recorrido los medios de comunicación con el DVD en la mano, su noticia ya no era noticia.

El doctor Díaz ha señalado a La Prensa que "el video se hizo para decir que el restaurante ya ha efectuado las reformas que se le requirieron. Después de una sanción se hace una reinspección y debería haber una nueva manifestación pública en la que se diga si cumplieron o no cumplieron".

Bolívar Chen afirma que su restaurante tiene cierto prestigio internacional y entre su clientela se encuentran personalidades de la política nacional. "Para mejorar la imagen estamos preparando a nuestro personal con el fin de que atienda mejor a los clientes y también haremos una campaña publicitaria", señala Chen.

Tres semanas después de la inspección, el restaurante empieza a recuperar su clientela de los domingos.

"Todavía estamos por debajo de lo habitual. Lo normal es que un domingo tengamos el restaurante completamente lleno y la gente tenga que hacer fila para sentarse a una mesa", concluye Chen.