Panamá se sumó al uso de tecnología para limpiar el casco de las embarcaciones como parte de los servicios que se prestan a los buques que transitan por el Canal o llegan a los puertos panameños.
La empresa Talleres Industriales, que tiene sus instalaciones en el lado Atlántico y más de 50 años de operación, inició las pruebas del equipo con algunos barcos hace varios meses y este jueves comienza los servicios de limpieza al primer buque.
“Este es un robot que limpia los cascos de los barcos con presión de agua y el mismo equipo captura la suciedad que recoge”, explicó Lino Arosemena, gerente de Talleres Industriales.
Se trata de una tecnología noruega que se está implementando en Asia y Europa, pero que se comenzará a utilizar en Panamá por primera vez.
La máquina está diseñada para limpiar barcos grandes, como los neopanamax que transitan por las nuevas esclusas y panamax, que pasan por las esclusas originales. “No se utilizan buzos, así que no hay riesgos de compresión ni de accidentes”, explicó Arosemena.
Con el método tradicional, los buzos deben bajar hasta 50 pies de profundidad, que es el calado de los neopanamax para limpiar el casco.
Entre las ventajas de este equipo están la de mayor eficiencia, ya que se ahorra un 20% en tiempo, si se compara con el método tradicional.
Igualmente, la máquina captura todos los caracoles, algas, limo e impurezas pegadas al casco de la embarcación sin dañar la pintura del barco. Con ello se evita el riesgo de introducir organismos extraños o especies invasoras en los ecosistemas.
Estos trabajos de limpieza en el casco de las embarcaciones se hacen, aproximadamente, cada seis meses. “Un barco que tiene el casco sucio gasta mucho más combustible y demora más tiempo en navegar de un punto a otro”, señaló Arosemena.
Pero además de este robot, la empresa también apuesta al uso de un dron para inspeccionar el tanque de las embarcaciones.
“Todo lo que estamos apostando en el negocio es a simplificar la metodología usando robot y dron”, precisó el empresario.
El dron simplificaría el trabajo de colocar andamios o escaleras para inspeccionar una parte del barco o hacer una reparación.
El personal para operar estos equipos ha tenido que capacitarse en Dubái. Es un primer paso para introducir tecnología al país, en este tipo de servicios.
“El negocio de Panamá es cuando el barco llega y ancla. Si tiene el tiempo suficiente se le puede dar el servicio y esa es la clave”, añade Arosemena, convencido del valor agregado que representará este servicio para la industria marítima.