Rusia está estudiando relajar las leyes de minería diseñadas para proteger a los productores nacionales, porque desalientan la inversión extranjera y afectan el desarrollo, dijo el viceministro de Recursos Naturales, Sergei Donskoy.
El Gobierno podría reformar el proceso de aprobación de inversores extranjeros, ofrecerles incentivos fiscales y aumentar la compensación en caso de que el Estado decida nacionalizar los activos.
“Hemos propuesto al Gobierno enmendar la normativa”, dijo Donskoy en una entrevista. “Nos percatamos de que las nuevas leyes afectan la exploración”.
Exxon Mobil Corp., la mayor petrolera del mundo, y Barrick Gold Corp. de Canadá, el mayor productor de oro del mundo, han dicho que la ley de depósitos estratégicos corre el riesgo de afectar la economía rusa al proteger a las empresas locales en su competencia por la riqueza mineral del país.
“El problema con las leyes de depósitos estratégicos es que ahuyentan a los inversores interesados en venir a Rusia”, indicó Sergei Lobov, administrador del proyecto Fedorova Tundra de Barrick, ubicado al noroeste del país, que se ha visto demorado por la normativa.
Las leyes, que entraron en vigor en mayo de 2008, cubren depósitos considerados “estratégicos”. Incluyen más de 50 toneladas de oro, 70 millones de toneladas de petróleo y 500 mil toneladas de cobre.
Los desarrolladores necesitan permiso de autoridades del Servicio de Seguridad Federal y del primer ministro Vladimir Putin. Rusia adoptó reglas para aclarar los procesos luego de que expropió el proyecto Sakhalin de Royal Dutch Shell Plc en 2006 y amenazó con revocar licencias.

