Mientras el Gobierno ruso cuenta los meses a la espera de un repunte económico, una medida de la inversión está llegando a niveles preocupantes, vistos por última vez cuando Rusia estaba sumida en una recesión siete años atrás.
El valor de las obras en construcción se precipitó un 9% en comparación con mayo del año pasado, el peor nivel desde octubre, incluso cuando la producción industrial creció por segundo mes y los indicadores de salarios reales y desempleo mejoraron.
Una evaluación de la confianza empresarial en el rubro de la construcción cayó a un 19 negativo en el último trimestre, solo 2 puntos sobre el nivel más bajo de 2009, según un informe elaborado por un instituto de la Escuela Superior de Economía de Moscú.
La recesión que estamos viendo en la construcción es significativamente más dolorosa que en otros grandes sectores de la economía, dijo Georgy Ostapkovich, director del Instituto de Estudios Estadísticos y Economía que condujo un estudio basado en datos del Servicio Federal de Estadísticas.
El presidente Vladimir Putin busca inversiones para sacar a la economía de la recesión más larga en sus 16 años en el poder, luego de que el colapso de la demanda del consumidor y la peor caída del petróleo en una generación azotaron las finanzas del exportador de energía más grande del mundo. Junto con las operaciones de bienes raíces, la construcción –que según VTBCapital y Goldman Sachs Group Inc. es un buen barómetro de las inversiones– contribuyó con casi un 16% al producto interno bruto en 2015.
Si el panorama y el desempeño del sector son un indicio de algo, una buena racha gatillada por las inversiones sería lenta en materializarse.
El gasto de capital ha sufrido su más larga sucesión de declives desde por lo menos 1995, cuando Bloomberg comenzó a compilar información.
El Ministerio de Economía pronostica que se contraerá tanto como un 3.1% este año. Una racha de precios en baja también afecta a la construcción de forma ininterrumpida desde junio 2015. En términos de dólares, los precios de los bienes raíces han declinado un 65% desde su nivel más alto en 2008.
El valor del rublo ha subido más de un 13% contra el dólar este año luego de la pérdida del 20% en 2015. Mientras los rusos esperan que los precios repunten, el riesgo es que una liberación de la demanda acumulada se transforme eventualmente en una subida abrupta de los precios y las expectativas de inflación, según dice Ostapkovich.
Algunos compradores potenciales caen en la trampa de la deflación, dijo. Están esperando que el precio de las viviendas descienda aún más, y así comprar cuando toquen fondo.