Si Rusia está metiéndose en una trampa de deuda, aún le queda margen antes de que un aumento del endeudamiento amenace la economía, según una encuesta de Bloomberg.
La deuda interna puede trepar de su actual 10% del producto interno bruto a 40% antes de convertirse en una fuente de riesgo sistémico, según 11 de 17 economistas consultados.
Luego de la primera venta de bonos en euros por parte de Rusia desde 2013, la mayor parte de los consultados estima que el gobierno volverá al mercado internacional de bonos el año próximo para ofrecer más que la suscripción de mil 750 millones de dólares del mes pasado.
La economía rusa puede digerir un aumento del endeudamiento local del Gobierno, dijo Wolf-Fabian Hungerland, un economista de Berenberg Bank en Hamburgo, Alemania.
No habrá un torrente de deuda gubernamental sino una marea en lento ascenso. La economía está en crisis por segundo año, lo que obliga al presidente Vladimir Putin a reconsiderar su recelo respecto de la deuda, casi 20 años después de que el gobierno fue al default en 40 mil millones de dólares de bonos locales.

