Quizás el Banco de Rusia sepa algo que el mundo no sabe. En momentos en que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados se preparan para reunirse a revisar los recortes de producción este fin de semana, el banco central del mayor exportador de energía del mundo se resguarda para afrontar años del petróleo cerca de 40 dólares el barril.
Si bien los analistas en una encuesta de Bloomberg estiman que el precio del crudo Brent de referencia - que cotiza con una pequeña prima respecto de la mezcla de exportación de los Urales de Rusia - aumentará un 16% desde los niveles actuales a finales de año, la caída del 10% que ha registrado el petróleo solo en marzo en medio de preocupaciones por la oferta, está poniendo nervioso al mercado.
Rusia, un socio clave en el acuerdo y un participante en las conversaciones en Kuwait, solo podría aumentar esos temores.
“El Ministerio de Finanzas, el Gabinete y el banco central se apoyan en el lado cauteloso en términos de sus expectativas con respecto al crecimiento, impulsado aún en gran medida por el petróleo”, dijo Piotr Matys, estratega de divisas de mercados emergentes en Rabobank en Londres.
Es mejor ser conservador y sorprenderse en lo positivo que demasiado optimista y terminar decepcionado. Los encargados de las políticas en Moscú dijeron el viernes que estiman que el crudo de los Urales promediará 50 dólares por barril este año, pero caerá a 40 dólares al final de 2017 y luego se mantendrá cerca de ese nivel en 2018-2019.
Al afinar sus pronósticos, el banco central también retomó cautelosamente la flexibilización monetaria, apuntando a la incertidumbre en el mercado petrolero como un factor de sus previsiones conservadoras.
El Ministerio de Finanzas de Rusia también destacó el nivel de 40 dólares en enero, cuando anunció que el banco central comenzaría a comprar divisas en su nombre cuando el crudo exceda ese nivel para aislar el tipo de cambio de la volatilidad del petróleo.
El precio de 40 dólares también se utiliza para calcular el presupuesto del país en 2017-2019.
A pesar de que el petróleo se ha recuperado, la tendencia de Rusia a mantener el escenario más conservador es positiva, ya que deja lugar a sorpresas, según Víktor Szabo, gestor de fondos de bonos de Aberdeen Asset Management Plc. Pronosticar el petróleo no es un juego para el Banco de Rusia.
El desplome del 65% en 2014 y 2015 golpeó la moneda del país, forzó un aumento de tasas de emergencia y empujó a Rusia a una recesión.

