El banco central de Rusia podría querer revertir su última decisión sobre las tasas de interés. Las autoridades dedicaron dos meses a evaluar los datos salariales que consideran “disparejos” antes de disponer en junio el primer aumento de la tasa en casi un año.
Si bien las lecturas de un alza de los salarios nominales indicaban en un primer momento que estaban por debajo de la inflación, la segunda gran revisión desde abril vuelve a cambiar el panorama de la gobernadora Elvira Nabiullina.
Un crecimiento del salario real que de pronto se hace positivo el trimestre pasado es un argumento en contra de relajar más la oferta monetaria en la reunión del viernes, según Citigroup Inc. El inconveniente de abordar la política a través de datos, algo que impulsa el banco central desde que Nabiullina entró en funciones en 2013, es que se suele depender de cifras volátiles. Los errores estadísticos podrían no ser una sorpresa en un país donde la confiabilidad de los datos sobre el producto interno bruto se considera inferior a la del resto de Europa y a la par de Gabón y Panamá, según la firma londinense de análisis World Economics.