La semana pasada escribí acerca de las rutinas de pensamiento: estrategias para prender nuestro “switch mental” y pensar críticamente. Mientras leía acerca de este concepto, encontré similitudes con el emprendimiento. Al igual que para ejercer nuestro pensamiento crítico, emprender requiere un nivel de conocimiento de cómo hacerlo, motivación para hacerlo y la sensibilidad para identificar la oportunidad de hacerlo. Sin embargo, a diferencia del pensamiento crítico, las oportunidades para emprender no solamente se identifican, sino que se crean. Con esta miniteoría en mente, me propuse investigar.
Inicié con la pregunta: ¿Con qué rutinas de pensamiento podría apoyar a estudiantes a ir de la idea a la acción? Para poner a prueba esta teoría, diseñé un curso online para ocho personas llamado: “De la idea a la acción: cómo empezar tu blog”. Antes de empezar el curso, envié una encuesta a los ocho participantes para saber más acerca de su: “conocimiento” (cuán cómodos se sentían con su nivel de redacción); motivación (desde hace cuánto querían empezar un blog) y sensibilidad (cuál había sido su barrera principal para empezar). La mayoría de las respuestas apuntaban a la necesidad de hacer el tiempo para sentarse a desarrollar temas y escribir.
En este momento, se enfatizó la necesidad de promover la sensibilidad para ir de la idea a la acción. Sin embargo, el concepto de rutinas de pensamiento con el cual había iniciado esta exploración ya no me sonaba tan apropiado. Porque si bien, tener una rutina de pensamiento nos puede llevar a pensar de manera crítica, hay un salto entre pensar y hacer. Hay un salto entre escribir una vez y escribir sistemáticamente todas las semanas. Fue entonces cuando modifiqué mi pregunta de investigación y me pregunté: ¿Con qué rutinas puedo apoyar a los estudiantes a ir de la idea a la acción?
Fue con esta nueva pregunta que diseñé el curso con dos elementos importantes: 1) una rutina de pensamiento que nos ayude a identificar ideas en nuestro día a día y 2) una rutina de acción que nos ayude a crear el espacio necesario para traducir nuestro pensamiento en acción.
La rutina de acción es: Calcula - asigna - ejecuta.
1. Calcula: debes calcular el tiempo que necesitas para llevar a cabo cualquier tarea. En este caso, los participantes del curso debían leer las instrucciones para sus tareas y calcular cuánto tiempo les demoraría hacer las lecturas y escribir sus reflexiones. El cálculo debe llevarnos a evaluar cuánto tiempo nos demoraría una acción.
2. Asigna: En base a tu cálculo, debes asignarle un espacio en tu agenda para ejecutar la acción deseada. Idealmente, sería un espacio de tiempo en tu agenda cuando tengas el espacio físico y mental para realizar la acción. Si dejamos que interrupciones u otras tareas interfieran con ese espacio, conspiramos en contra de ejecutar lo que deseamos.
3. Ejecuta: Hacer planes es fácil, ejecutar nuestros planes es la parte difícil. Para ejecutar debes respetar el espacio que asignaste y evitar todo tipo de interrupciones. Al principio se sentirá forzado hasta que construyamos la disciplina para hacerlo. Como todo, ejecutar también tiene su curva de aprendizaje.
El resultado de este proyecto fue muy positivo. Los participantes identificaron la rutina de acción como una herramienta para superar sus barreras anteriores. Como el mundo es loco, una filántropa de Australia está patrocinando a una profesora de Singapur quien reclutó a una estudiante de Panamá para un proyecto de investigación llamado “De la idea a la acción”. Las “rutinas de acción” fueron mi entrada a este proyecto y seguiré explorando si son o no una herramienta adecuada - para ir de la idea a la acción en cualquier proyecto, no solo para lanzar un blog.
Para conducir una investigación real, necesitaré mucho más que ocho participantes, por lo cual quisiera invitarte a ti, lector, a participar. Para hacerlo, debes usar la rutina de acción para realizar una tarea esta semana y llenar una encuesta de tres minutos para contarme cómo te fue. Puede ser que esta investigación no llegue a nada, como puede ser que entendamos mejor cómo equipar a los emprendedores con motivación, conocimiento y herramientas para crear las oportunidades para tomar acción. Para participar, entra a: http://bit.ly/stefyencuesta