Hace poco estuve conversando con un grupo de amigos y uno de ellos empezó a hablar del auto que se acababa de comprar. Conozco bien a esta persona y sé cuánto gana porque hace como 6 meses estaba considerando cambiar de trabajo y le ayudé a prepararse para sus entrevistas y a averiguar en el mercado cuánto podía pedir en salario, etc.
Lo primero que pasó por mi cabeza fue: “algo no me cuadra”. Sé exactamente cuánto esta persona gana y más o menos a cuánto ascienden sus gastos mensuales (hace 6 meses habíamos conversado por encima de esto también), y te puedo confirmar que él no debería haber comprado ese carro.
Luego me puse a pensar, “¿por qué compramos cosas que están fuera de nuestro alcance?”.
La respuesta es bastante sencilla: El 99% de las personas, al momento de comprar, piensa solamente si pueden pagar la letra de lo que están comprando (una residencia, un auto, etc.). En otras palabras, si tu “salario” es suficiente para pagar todos tus gastos actuales más la letra de lo que estás considerando comprar, lo compras.
El problema con esta forma de manejarse, en este caso en particular, es que mi amigo ya no está ahorrando suficiente para pagar las metas financieras más importantes de su vida. Él jura que está bien porque, hoy en día, con su “salario” puede hacerle frente a todas sus obligaciones. Pero no está pensando más allá. ¿Qué hará cuándo sus hijos pequeños estén listos para ir a la universidad y no tenga suficiente dinero para este gasto?, y ¿cómo hará cuando deje de trabajar, que ya no esté produciendo y desee mantener su actual estilo de vida?
Si te identificas con mi amigo y/o estás preocupado de que estés viviendo más allá de tu realidad financiera, hay una manera muy sencilla de arreglar este problema: Calcula tu “salario real” y sólo gasta este monto mensualmente.
A continuación, los pasos a seguir para calcular tu “salario real”:
Identifica cuáles son las metas financieras más importantes de tu vida y cuantifica cuánto cuestan hoy en día.
Proyecta cuánto costará cada meta en el futuro y calcula cuánto necesitas ahorrar hoy para tener ese dinero disponible en el futuro. Nota: si no sabes cómo hacer todo esto, no te preocupes, porque hay calculadoras gratis en internet y/o también puedes llamar a un profesional para que te ayude a hacer los cálculos.
Ahora que sabes cuánto tienes que ahorrar mensualmente para todas tus metas, lo único que tienes que hacer es, al recibir tu salario, separar este monto para tus ahorros. Lo que te queda después de separar los ahorros antes mencionados es lo que yo llamo tu “salario real”.
Nota: Si es posible, lo recomendable es que tus ahorros sean automáticos y que se deposite el dinero en una cuenta que no sea fácil de acceder. Esto es para evitar la tentación de utilizar los ahorros de tu futuro para cubrir tus gastos de hoy. Al momento de hacer tu presupuesto mensual, utiliza tu “salario real” en vez de tu salario bruto (es decir, antes de haber separado tus ahorros).
Sé que para muchas personas, separar sus ahorros automáticamente y utilizar solo su “salario real” en su presupuesto será un ajuste difícil. Pero creeme que vale la pena. Si no, te estás autoengañando y tarde o temprano pagarás la cuenta por haber vivido más allá de tu realidad financiera.
El autor es especialista en finanzas personales