La Bolsa de Nueva York vivió ayer de nuevo una jornada volátil en la que, tras abandonar las pérdidas a última hora, logró cerrar con un alza del 0.38% en su principal indicador, el Dow Jones de Industriales.
La jornada fue impulsada por los sólidos pronósticos de un fabricante de chips que disipó los temores sobre la economía, tras una inesperada caída en las ventas minoristas de mayo.
El Dow Jones de Industriales, que es la principal referencia de Wall Street e integra a 30 de las mayores empresas estadounidenses cotizadas, sumó ayer 38.54 puntos y se situó en 10,211.07 unidades, con lo que acumuló un ascenso del 2.81% durante una semana en la que ha alternado entre el terreno positivo y negativo.
El selectivo S&P 500 ganó el 0.44% (4.76 puntos) para terminar en 1,091.6 unidades y el indicador que mide la evolución del mercado bursátil Nasdaq, también con sede en Nueva York, fue el que se mantuvo en números verdes durante casi toda la sesión para acabar en 2,243.6 puntos tras ascender un 1.12% (24.89 unidades).
Con estos cierres, esos índices suman una subida semanal del 2.51% y del 1.1%, respectivamente, aunque en lo que va de año siguen estando en negativo (-2.11% y -1.13%).