Los operadores observarán la próxima semana cómo evolucionan algunas fisuras que surgieron en los mercados financieros, ante el panorama más firme que asumió la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) y las complicaciones políticas que impiden al presidente Donald Trump impulsar sus planes fiscales.
Si bien los principales índices de bolsa siguen cerca de su récord, recientemente las acciones tecnológicas sufrieron su peor caída de dos días en casi un año, el petróleo bajó a mínimos desde noviembre pasado y el dólar subió en anticipo a una postura menos contemplativa de la FED.
“La política monetaria se tornó restrictiva”, dijo John Augustine, presidente de inversiones de Huntington National Bank en Columbus, Ohio.
“La política fiscal se demora y la inflación no cooperará en la forma en que desearían los mercados y la FED”, añadió.
Los inversores están más sensibles después de que el banco central estadounidense pareció restar importancia a una serie de datos económicos dispares al elevar las tasas de interés por segunda vez en tres meses y anunciar el inicio de la reducción de sus tenencias de bonos y otros activos.
La agenda de indicadores es ligera para la semana entrante, en la que lo más destacado serán los números adelantados de la firma Markit en base a sondeos entre los gerentes de compras.