Las autoridades británicas cancelaron un servicio de ferris previsto para el caso de que fracasaran las negociaciones con la Unión Europea (UE) y Gran Bretaña se vea obligada a abandonar el bloque sin un acuerdo.
El Departamento de Transporte anunció el miércoles que “los contratos de transporte de carga para el período veraniego ya no son necesarios y, por lo tanto, quedan cancelados”.
Los contratos habían suscitado gran controversia, especialmente al revelarse que una de las empresas contratadas no poseía embarcaciones ni experiencia alguna en servicio de transbordadores. El secretario de Transporte, Chris Grayling, defendió los contratos como una medida de precaución parecida “a una póliza de seguros”.
El departamento dijo que el costo de cancelar los contratos es menor a los 56 millones de libras ($73 millones) estimado por los auditores.
Los transbordadores eran parte de la planificación del Gobierno británico para el caso de que tenga que abandonar la UE sin un acuerdo que estipule los términos del divorcio y las relaciones futuras.
Una salida sin acuerdo habría causado caos en los puertos ya que, al no haber normas comerciales vigentes, se impondrían altos aranceles a los productos y surgirían otros obstáculos aduaneros entre el Reino Unido y la Unión Europea, su principal socio comercial.
La planificación ha sido postergada ya que el brexit ha sido aplazado hasta el 31 de octubre.