El constructor estadounidense de vehículos eléctricos Tesla entregó los primeros ejemplares de su muy esperado Model 3, más barato que sus otros coches y destinado a llegar al gran público.
El propietario de la empresa, el multimillonario Elon Musk, llegó al acto celebrado en sus instalaciones de Freemont, cerca de la ciudad estadounidense de San Francisco (oeste), a bordo de un ejemplar rojo, repleto de luces y bajo los sonoros aplausos de sus empleados.
“Es un coche increíble. Hemos vigilado hasta el más mínimo detalle”, aseguró.
Los primeros comprados —30 trabajadores de Tesla— recibieron las llaves de sus vehículos y se hicieron la foto de rigor para celebrar el acontecimiento.
“Produciremos automóviles lo más rápido posible”, prometió Musk. Está previsto que los Model 3 lleguen a los concesionarios en el otoño boreal.
Aunque su diseño es similar al Model S, es más pequeño, más simple y cuesta la mitad: alrededor de 35 mil dólares para el modelo básico, con una autonomía de 350 km.
Como el S y el X, el 3 es totalmente eléctrico y tiene un sistema de piloto automático que le convierte parcialmente en autónomo.
Para abaratar el precio, Tesla usó menos aluminio y más acero, además de eliminar algunos elementos.
El tres solo tiene una pantalla de mandos a la derecha del volante, el S tiene dos. “Es una etapa crucial en la misión de Tesla para acelerar la transición de nuestro mundo hacia la energía duradera”, explica la compañía en los folletos de presentación del coche.
La empresa calcula que producirá de forma progresiva 5 mil modelos por semana a finales de año.
“Es un desafío, pero estoy contento”, subrayó Musk. Según contó, ya ha recibido “medio millón” de reservas, “sobre todo en Estados Unidos”. “La demanda no es un problema”, precisó.