La casa de valores líder del mercado Thales Securities confronta problemas financieros que no ha podido sanear, lo que ha llevado a las autoridades reguladoras a tomar control de la empresa, que maneja cuentas por 66 millones de dólares.
La Comisión Nacional de Valores (CNV) decretó ayer una medida de “reorganización” por 90 días y designó como ejecutor de este proceso a Erasmo Castro.
Con ello se persigue asegurar los intereses de los inversionistas, así como la solvencia y continuidad de Thales Securities.
El comisionado Juan Martans explicó que “se optó por la reorganización porque vemos que hay posibilidad de que la empresa siga operando”. Si los problemas persisten entonces se decretaría la intervención.
Durante la etapa de reorganización no procederá causa alguna de declaratoria de quiebra, ni liquidación forzosa, ni secuestro, ni embargo alguno sobre sus bienes, advierte la resolución de la CNV.
La casa de valores, pese a terminar 2010 en el primer lugar en volumen de transacciones entre 63 empresas que operan en la plaza, reportó una caída de 224% en sus utilidades.
Thales, que inició operaciones en diciembre de 2000, logró en 2010 transacciones por 17.9 millones de dólares, pero su utilidad neta integral fue de 249 mil dólares.
El presidente de la empresa, Jochem Buse, aseguró que la pérdida fue por gastos operacionales, producto del pago de intereses de una emisión de 2.9 millones de dólares en bonos corporativos, pero que los mismos ya fueron cancelados en su totalidad hace dos semanas.
“Los problemas que dice la CNV no existen, ya fueron solucionados. Aquí no hay problema de insolvencia, ni con la contabilidad. Tenemos una excelente liquidez”, dijo a la vez que informó que hoy se reunirá con los comisionados para mostrarles toda la información.
La casa de valores, agregó, ya ejecutó por iniciativa propia un plan de reestructuración que se completó hace unas semanas con mucho éxito.
Los bonos, insistió Buse, ya fueron cancelados y la empresa solo quedó con una deuda de 49 mil dólares. El total de activos asciende a 560 mil dólares en positivo, y un efectivo en cuenta de 200 mil dólares.
Martans no ve en riesgo el dinero de los inversionistas porque a las casas de valores se les exige que sus cuentas operacionales se manejen separadamente de las cuentas de los clientes.