La actividad empresarial panameña ha estado muy movida por los procesos de fusiones y adquisiciones que se han dado en los últimos años y que, sin duda, seguirán su ritmo con el pasar del tiempo.
Por ello, quisiera dedicar las próximas entregas de esta columna a este tema tan apasionante, compartir algunos datos sobre las dinámicas de las fusiones y adquisiciones en América Latina y el mundo, así como la importancia de la gestión de la comunicación estratégica en el marco de estos acuerdos.
Al corte del mes de septiembre América Latina registró 1,468 operaciones en materia de fusiones y adquisiciones, según el último informe de la firma Transactional Track Record (TTR). Con respecto a las cifras de 2017, los indicadores actuales de estas transacciones registran una disminución de 10.16% en la cantidad de operaciones y un descenso de 28.92% en el importe de las mismas.
En el contexto global y si se mantiene el ritmo logrado durante el primer semestre del año, el volumen de fusiones y adquisiciones puede alcanzar niveles similares a los del año 2015, cuando se logró un máximo histórico de 3.8 millón de millones de dólares.
Durante el primer semestre del año, el sector económico que más se destacó en la realización de fusiones y adquisiciones fue el energético, que abarcó 15% de la totalidad de estas operaciones en todo el mundo. En el top cinco le siguieron los medios de comunicación y el sector salud, que registraron 13% cada uno, además de las compañías industriales y financieras, que obtuvieron 10% y 8%, respectivamente, según destacó el informe de Thomson Reuters.
En el caso de América Latina, Panamá no está fuera de esta dinámica y aunque los países más movidos son Brasil, México, Chile, Argentina y Colombia, el atractivo de las empresas panameñas despierta interés en las multilatinas y multinacionales que buscan seguir creciendo en la región, así como posibles acuerdos entre empresas locales para lograr economías de escala, mercado y competitividad.
Las fusiones y adquisiciones están transformando los negocios y la relación de las personas con sus marcas, tanto en colaboradores como consumidores.
Este proceso puede ser muy positivo y constructivo para las partes interesadas o por el contrario pueden generar gran incertidumbre.
En la próxima entrega compartiré algunas herramientas para la gerencia de estos procesos en materia de estrategia de comunicación interna y externa, cultura corporativa y gestión de marca.
El autor es consultor en comunicación estratégica.