Negociadores de Canadá, Estados Unidos y México abrieron ayer una ronda de conversaciones clave para modernizar el Tlcan en medio de temores de que el Gobierno de Donald Trump esté preparando su salida del pacto comercial, una decisión que podría sacudir a los mercados financieros.
Queda poco tiempo para que Canadá y México aborden las demandas de Estados Unidos de ver cambios importantes en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan), que según Trump ha dañado a la economía estadounidense.
Los funcionarios se reunieron en un hotel de Montreal para la sexta ronda de las conversaciones que se espera concluyan a finales de marzo, para evitar que se compliquen con las elecciones generales de México en julio.
Fuentes dicen que los Gobiernos de Canadá y de México están preparados para ser flexibles en cuanto a la demanda de Estados Unidos de aumentar la cantidad de contenido regional en automóviles para poder quedar libres de impuestos en el Tlcan. Pero se oponen enérgicamente a la propuesta de que los autos producidos deberían tener un 50% de contenido estadounidense. También hay diferencias sobre cómo abordar presiones de Washington para cambiar varios mecanismos de resolución de disputas. “La ronda de Montreal (...) creo que será un momento culminante para el acuerdo”, dijo James Moore, un ex ministro canadiense que es miembro de un consejo especial que asesora ala ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, sobre el Tlcan.
Los funcionarios canadienses son pesimistas sobre las conversaciones en medio de incertidumbre sobre si Washington realmente quiere negociar o planea retirarse.