Tocumen aplicará nuevo cobro

Tocumen aplicará nuevo cobro


Con la salida del último pasajero de cada avión se inicia una carrera contra el tiempo para limpiar y recoger todos los desechos de comida y otros materiales que se generan durante el trayecto aéreo.

Para evitar la propagación de enfermedades y virus, estos desechos no se pueden acumular para llevarlos a un vertedero. Las normas internacionales de sanidad exigen que deben ser incinerados.

Todos los días, en el Aeropuerto Internacional de Tocumen se recogen 10 toneladas de desechos de los aviones que llegan a la terminal.

Carlos Duboy, gerente de Tocumen, S.A., manifestó que el equipo operará las 24 horas del día, un cambio significativo, tomando en cuenta que el servicio actual abarca cinco horas.

Otro cambio será el cobro que implementará desde junio próximo a las aerolíneas para mantener la operación del incinerador.

La primera propuesta que envió el aeropuerto es de 10 centésimos por pasajero o 50 dólares por vuelo. Diariamente, por Tocumen pasan en promedio 40 mil personas y se realizan entre 300 y 350 operaciones entre despegues y aterrizajes.

“Estamos conversando con las aerolíneas y queremos darles unos meses para que se preparen para el cobro”, señaló Duboy. Al respecto, la junta directiva de la ALAP informó que entienden que el costo operativo del incinerador sea traspasado a las líneas aéreas, pero indican que en los últimos meses el aeropuerto ha incrementado otros impuestos.

“Un incremento así debe poder ser planeado en los presupuestos anuales de las aerolíneas, para lo cual la comunicación debe realizarse con la suficiente antelación”, informó el gremio.

Añade que “están abiertos a seguir conversando con Tocumen sobre el cálculo justo para recuperar los costos de inversión y operativos del nuevo incinerador, y poder asegurar que Tocumen se mantenga como un aeropuerto de costos competitivos en la región y seguir fortaleciendo e incrementado el tráfico aéreo en el país”.

En promedio, 45 mil personas entran y salen por la terminal aérea panameña a través de 350 operaciones aéreas, entre despegues y aterrizajes, lo que genera ese volumen de basura y el número irá aumentando con la llegada de nuevas aerolíneas, como AirChina.

En 2010 la administración de la terminal aérea compró a la empresa Productos y Procesos Industriales (Propinsa), propiedad de Javier Pariente, empresario vinculado al entorno más cercano del expresidente Ricardo Martinellí, un incinerador por 217 mil dólares.

Con solo dos años de operación, el equipo se dañó, al punto de que el aeropuerto debió contratar a empresas para que se encargaran de recolectar y destruir esos desperdicios.

A la fecha, Tocumen ha pagado más de $3 millones en contratos anuales para el tratamiento y destrucción de la basura internacional y no fue hasta 2015 que Tocumen se decidió a contratar un nuevo incinerador, siendo escogida la empresa española Oproler para construir el equipo.

Tras meses de espera, el aeropuerto ya recibió los permisos municipales para comenzar a operar el equipo.

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