Chika Kako es una rareza en los escalafones superiores de Toyota Motor Corp.
El mes pasado, la mujer de 50 años fue ascendida al segundo cargo más importante de la división de lujo Lexus, convirtiéndose en la única mujer entre los 53 principales gerentes del fabricante de automóviles.
El presidente de la compañía, Akio Toyoda, ha hecho que la diversificación de su estructura ejecutiva sea una prioridad, pero mientras seis extranjeros han subido a los rangos más altos de la compañía, la ascensión de las mujeres ha sido más lenta.
“Para ser sincera, nunca pensé realmente en abordar mi trabajo desde el punto de vista de ser mujer”, dijo Kako, con la que Toyota organizó una entrevista grupal en su oficina principal de Nagoya después de un evento anual de mesa redonda para presentar a nuevos ejecutivos.
“Mi misión siempre ha sido decir lo que pienso”. Incluso con la iniciativa womenomics (el empoderamiento de la mujer en la economía japonesa) del primer ministro Shinzo Abe, Japón no ha logrado mucho avance en lograr que las mujeres ocupen posiciones de poder.
La industria automotriz, en particular, sigue siendo un mundo de hombres. Nissan Motor Co., lidera el grupo en términos de igualdad de género, donde las mujeres representan más del 10% de sus gerentes a nivel nacional. En Toyota, menos del 2% de los 9 mil 977 gerentes de la compañía son mujeres.