El emprendimiento, los trabajadores por cuenta propia y la robótica son tendencias que definirán la pauta del mercado laboral en los próximos años.
A medida que las personas se capaciten para la automatización de procesos y se creen políticas que permitan reconocer al trabajador independiente como motor de crecimiento, de esa misma forma avanzará el país.
Estas fueron algunas de las conclusiones a las que llegaron ayer especialistas del mercado laboral en el foro “Salario mínimo y el futuro del trabajo en Panamá”.
El ministro de Trabajo y Desarrollo Laboral, Luis Ernesto Carles, sostuvo que cada día tendremos más trabajadores por cuenta propia, lo que requerirá cambios en algunos estándares laborales, así como la apertura de las relaciones entre empresarios y profesionales.
Reconoció que uno de los retos del país es el déficit de competencia de sus trabajadores, sobre todo en el área técnica.
Panamá necesitará 232 mil 289 personas para los nuevos puestos de trabajo que se generarán hasta el año 2020. La mayoría de ellos (159 mil 141) son técnicos.
Para Carles, la formación técnica ha sido menospreciada por años. Su peor enemigo es la poca información y el modo en que esta se ofrece.
Por ello, insistió en que las universidades deben adaptar sus planes de estudio a la demanda laboral existente en el país.
René Quevedo, especialista en inserción laboral, aseguró que la tecnología y el encarecimiento de la mano de obra seguirán estimulando la automatización y la tercerización de servicios, lo que supone que se creará un terreno fértil para el trabajo por cuenta propia.
Sin embargo, advirtió la necesidad de diferenciar la informalidad o emprendimiento por necesidad, del emprendimiento por oportunidad.
En su intervención, precisó que actualmente hay fenómenos que están alimentando la informalidad por necesidad en el país como es el caso de la deserción escolar en educación premedia y media, que se ubica en 56% y aumentó casi 70% en los últimos 7 años.
Estos índices explican la incursión prematura de jóvenes a un mercado laboral para el cual no están preparados, lo que incide sobre el incremento del empleo informal y la delincuencia.
Otro de los temas debatidos en el encuentro fue el ajuste del salario mínimo para los trabajadores de las grandes y pequeñas empresas, vigente a partir del 1 de enero de este año y su impacto en las actividades económicas de menor crecimiento en el país.
Juan Gabriel González, expresidente de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresas, calculó que con el ajuste del salario mínimo, de 6.5% y 4.5% para los trabajadores de las grandes y pequeñas empresas, respectivamente, se generarán recortes de planillas, sobre todo en la industria hotelera y el agro.
Jessika Malek, especialista en capital humano, debatió sobre la posible distorsión que se puede generar en las empresas producto del incremento del salario mínimo.
Apuesta a la creatividad para motivar y retener al talento que no gana salario mínimo, pero que será impactado por este ajuste.
Y advirtió que los empresarios deben atender los detalles. Dónde viven, cuánto invierten en transporte, donde estudian sus empleados para así mantener una estabilidad laboral y evitar las fugas de talentos importantes.
