La Unión Europea (UE) firmó un acuerdo de libre comercio con Singapur en una cumbre con líderes asiáticos y presionó a China para que permita una mayor inversión extranjera en su economía, pero se encontró con la usual resistencia de Pekín en lo referente a subsidios estatales.
En un encuentro bienal entre Europa y Asia que reúne a líderes que representan el 65% de la producción económica mundial, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Italia y la Comisión Europea sostuvieron reuniones privadas con el primer ministro chino Li Keqiang, esperanzados en un mayor acceso de las empresas de la UE al mercado del gigante asiático.
Cuando se le preguntó sobre las prácticas comerciales chinas, el canciller de Austria, Sebastian Kurz, dijo a periodistas después de la cumbre que Europa esperaba que se respetaran las reglas y que quería reformas de la Organización Mundial de Comercio.