La Unión Europea (UE) propuso ayer unos objetivos más estrictos para las emisiones de automóviles, que incluye un sistema de créditos automotrices para alentar el desarrollo de vehículos eléctricos y multas a aquellos que excedan los límites de dióxido de carbono.
La propuesta de los ejecutivos de la UE tiene como intención reducir los gases de efecto invernadero provenientes del transporte, como parte del objetivo del bloque de haber reducido para 2030 las emisiones de gases de efecto invernadero al menos un 40% por debajo de los niveles de 1990.
Sin embargo, la propuesta ya enfrenta una fuerte oposición de países con grandes industrias automotrices, como Alemania.
El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Sigmar Gabriel, advirtió el martes que regulaciones más estrictas sobre emisiones podrían costar crecimiento y empleos. La Comisión Europea está ansiosa por implementar legislación que estimule a la industria europea para desarrollar vehículos eléctricos, temerosa de que el bloque se esté rezagando respecto a China, Japón y Estados Unidos.
“La competencia está aquí”, dijo el vicepresidente de la Comisión Maros Sefcovic, poniendo como ejemplo a las empresas de taxis de Bruselas, que utilizan autos eléctricos chinos.
La propuesta insta a alcanzar para 2030 una reducción del 30% del promedio de emisiones de dióxido de carbono de las flotas de autos en comparación con los niveles de 2021.
