Las ventas minoristas de Brasil cayeron inesperadamente en agosto y por primera vez en cuatro meses, lo que remarcó la recuperación dispareja para los consumidores en la economía más grande de América Latina.
Los volúmenes de ventas excluyendo automóviles y materiales de construcción bajaron 0.5% en agosto respecto a julio, informó el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), menos que el incremento de 0.2% arrojado por un sondeo de Reuters entre economistas.
Se trató del segundo mes consecutivo de cifras de ventas minoristas más débiles a lo previsto, lo que disminuyó el optimismo por un reciente repunte en el gasto al consumidor luego de tres meses de crecimiento.
Siete de las ocho categorías de productos seguidas por el IBGE declinaron en el mes y solo las categorías de muebles y productos para el hogar se mantuvieron en azul.
Aun así, la economista del IBGE Isabella Nunes dijo que el panorama para una recuperación económica gradual continúa intacto y que las cifras para todo el año probablemente mostrarán estabilidad respecto a 2016.
Las tasas de interés más bajas impulsaron el gasto de los hogares y la desaceleración de la inflación aumentó el poder adquisitivo de los consumidores este año.
Eso contribuyó a elevar el crecimiento económico del segundo trimestre por sobre lo esperado, aunque las inversiones aún no han repuntado desde la recesión más profunda en Brasil en un siglo.
La mayoría de los economistas prevén que la tendencia continúe mientras el banco central reduce las tasas a mínimos récord y una nueva fortaleza en el mercado laboral no se traduzca en una aceleración de la inflación.