La primera ministra británica, Theresa May, derrotó una rebelión en el Parlamento contra sus planes del brexit, pero no sin antes tener que comprometerse a entregar más control a los legisladores sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE).
Tras ganar la votación del martes sobre los cambios en su borrador de la salida de la UE a un futuro “voto significativo” del Parlamento en un acuerdo final con Bruselas, los planes de May para poner fin a más de 40 años de membresía en el bloque siguen vigentes.
Sin embargo, su concesión al Parlamento implica que los legisladores tendrán ahora más poder si no logra garantizar un acuerdo del brexit, lo que podría llegar a suavizar el divorcio británico.
Pese a todo, no podrán obligar a que el gobierno vuelva a la mesa negociadora si rechazan un acuerdo con la UE.
El respaldo de los legisladores al plan gubernamental puso fin a una rebelión que habría desafiado la autoridad de May en un momento en que está cada vez más presionada para avanzar con las estancadas negociaciones del brexit en Bruselas.
La libra se fortaleció un 0.3%, a 1.34 dólares, tras la votación y tocó un máximo de dos días ante el euro.
El ministro para el brexit, David Davis, dijo al Parlamento que una derrota del gobierno afectaría a las negociaciones con Bruselas y advirtió a los legisladores que nunca les permitiría revertir el brexit.
El gobierno no puede mostrar la flexibilidad necesaria para un acuerdo exitoso si sus manos están atadas a mitad del proceso, afirmó.
La victoria gubernamental fue el primer gran triunfo en dos días de debate sobre el borrador del Ejecutivo para salir de la UE, que prevé cortar los lazos con el bloque, después de que la Cámara alta del Parlamento, la Cámara de los Lores, introdujo 15 enmiendas.
La primera ministra tiene hasta el viernes para redactar una enmienda legalmente irreprochable al proyecto de ley de retirada de la UE que puedan aceptar ambas partes.